Los complejos. ¡Cuánto sufrimiento a causa de ellos! ¿Quién no los ha sufrido? Estar a gusto con nuestra imagen es muy complicado. Y hay complejos que con la edad van perdiendo fuerza y se van relativizando: que si soy bajit@, que llevo gafas, que soy gord@, qué narizota,… ¿Os suena? Y si nos vamos al terreno de lo sexual, pues tenemos desde las que se ven con tetas pequeñas, que no tiene culo, que tiene un culo enorme, que no tengo músculos,…
Estos más o menos son complejos que se comentan, que nos atrevemos con ellos porque parecen bastantes comunes, es decir, de ellos se queja mucha gente y en voz alta.Vamos que son contables. Pero luego tenemos también otra serie de complejos que no se dicen tan en voz alta pero que conllevan mucho sufrimiento y condicionan la vida sexual de la persona. En las chicas vamos a destacar por ejemplo el tamaño de los labios vaginales. Sí, hay muchas que se quejan de que sus labios son enormes, que les sobresalen mucho de la vagina y que les da vergüenza que su pareja les vea así. Y por culapa de ello tienden a rechazar prácticas sexuales como el sexo oral: “Con estos colgajos a donde voy. Si es que hasta cuando estoy en bikini se nota el bulto…”. Pero como estamos en este mundo tan moderno, donde tenemos los mayores avances, esto tiene solución, y recurriendo a la cirugía estética pues tenemos la labioplastia, que te deja los labios mayores y menores con el tamaño ideal que tu desees.
Otro complejo en las chicas, del que da mucho corte hablar, es el de tener pelitos alrededor del pezón. Esto se vive como una auténtica tragedia, ya que están todo el día pendientes de a ver si me sale el pelo, me lo tengo que quitar a todo correr. Y muchas veces se llegan a hacer averías porque el pelito todavía es tan corto… pero como hay que quitárselo, pues dale que te pego con la pinza hasta que te haces una herida. Y claro, así, que no te pidan para echar un polvo,… que no vas a enseñar tu secreto guardado bajo cien llaves: “tengo vello en los pezones, ¡qué horror!”. Bueno, eso cuando te haces una avería, pero si te piden el polvo sin que te los hayas quitado porque ese día se te ha olvidado, el resultado es el mismo, ná de ná. Ya te inventarás la excusa que mejor te venga en ese momento. No importa, cualquier cosa antes de enseñar los pelillos. Para esto también tenemos solución definitiva, ¿verdad? Ahí está la depilación láser.
Y continuamos hablando del láser y del vello. Ya no queremos pelitos en ningún sitio. Hay también mucho complejo, tanto en hombres como mujeres, de que son muy vellud@s. Y, hala, a quitárselo todo. En las mujeres está muy de moda depilarse completamente el pubis. Si lo haces, por ejemplo, con maquinilla, pues es temporal y cuando decidas dejarte de nuevo algo de vello, pues sin más a dejar crecer, pero si utilizas un método definitivo… Pues eso, no hay más vello. Y si nos preguntamos, ¿me gustará siempre así? ¿Esto puede ser una moda? Lo que sirve hoy, mañana es impensable. Y hay chicos, aunque parezca raro, que se quejan de que han estado con chicas que lo tenían todo rasurado y que eso no les pone. Que prefieren algo de vello con el que poder jugar… Y luego, como para gustos están los colores, hay quienes prefieren los “felpuditos”. Y esto en los chicos también ocurre. Cada vez son más los que se depilan íntegramente. ¿Eso nos pone? Pues como con las chicas, para gustos. El macho con pelo en pecho,… ¿lo olvidamos? Pero bueno no importa, ya se inventarán algo para si vuelve otra moda, de más pelo, poder seguirla. De momento, pelillos a la mar.
En los chicos, tenemos los que se quejan de que no tienen pectorales. Y sin ellos, no se sienten “hombres”. Solución: gimnasio y más gimnasio. Si hay que utilizar alguna ayudita, pues adelante, incluso, si hay que recurrir a la cirugía para hacer algún implante de pectorales pues también.
Y el tamaño del pene, ¿qué? Pues trae muchos quebraderos de cabeza. Aquí, la desesperación hace que se lleguen a utilizar aparatos, alargadores de pene, que te prometen el oro y el moro, pero que en definitiva, no hacen nada. Bueno, sí hacen, torturarnos . Y hay quienes llegan a pasar por una intervención quirúrgica con todo el riesgo que ello conlleva para conseguir como máximo dos centímetros.
Podríamos seguir con el aumento de pechos, el levantarse el culo, ponerse morritos,… La lista puede ser interminable.
Y todo esto si hace que mejore la autoestima por una mejor imagen personal, la cual va a repercutir en una mejor calidad de vida de la persona, bienvenido sea. Pero es que en muchas ocasiones no tiene nada que ver con ello, se hace demasiado a la ligera y las modas influyen mucho. Sobre todo en gente bastante jovencita. Hay que quererse más, pero a veces, de otra manera. Y pensar que como vamos a difrutar de nuestro cuerpo si lo rechazamos o no nos gusta. ¡¡¡Es imposible!!!