¿Qué daríais chicos por tenerlo? ¡Un órgano especializado en el placer!, al igual que vuestras yemas de los dedos están especializadas para el tacto, aunque podáis sentir y disfrutar con otras zonas, el clítoris es para el placer como las yemas de los dedos para dicho tacto.

Tantísimas terminaciones nerviosas en tan poco espacio…imaginaros.

Un órgano que tras un orgasmo está preparado para otro, no hay periodo refractario,  incluso puede que se solapen un orgasmo con otro,… ¿Qué? ¿No lo cambiaríais? La mítica “envidia del pene” de la que tanto habló Freud, ¿no sería envidia del clítoris lo más factible?

En griego clítoris significa “llavecilla”, ¿llavecilla de qué? Pues está claro, ¿no? De placer, es la llave del placer,  solo es para eso,  para disfrutar. Con el pene se orina, se eyacula, y se siente placer. Pero con el clítoris… solo placer, un placer intenso y que dura un poco en el tiempo. Los chicos muchas veces nos decís que vuestro orgasmo es breve, que no dura nada y que veis como vuestras parejas sexuales se alargan, y queréis que sea así también  el vuestro.

Hasta hace poco más de 40 años, el clítoris era el gran desconocido, lo cual no significa que las mujeres no se excitasen y llegasen al orgasmo con él, pero por pura casualidad o por exploración privada y secreta, secretísima.  La sexualidad se asociaba a reproducción y por tanto, el clítoris no tenía cabida en la relación sexual, lo importante era la vagina, lugar donde eyacular y bien poco importaba si ellas disfrutaban o no.

Para Freud, las mujeres clitoridianas (es decir, la gran mayoría) estarían en una sexualidad infantil, no adulta. Según él, había que disfrutar con el coito, no con el clítoris. Pero Freud no queda tan lejos, la ablación del clítoris, en muchas culturas supone un rito de iniciación, de ser niña a ser mujer. Un rito que en el fondo esconde que se necesite de un hombre para poder tener placer, que se necesite y desee el coito… ¡vamos que no nos apañemos solas! Pero mira tú por donde, parece ser que pese a la ablación, el lugar donde estuvo el clítoris, suele seguir presentando una gran sensibilidad al tacto.

Hoy en día, la mayoría de las parejas heterosexuales, cuando están en coito, ellos o ellas, paralelamente a ese coito se acarician o estimulan el clítoris, para facilitar el orgasmo y la excitación. Hoy es impensable que en una relación sexual hetero o bisexual el clítoris no tome  un papel fundamental en la consecución del placer femenino.

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