No vamos a decir si son muchas o pocas personas quienes las tienen, pero haberlas haylas. Nos referimos a aquellas personas que tras haberse separado siguen manteniendo relaciones sexuales con sus ex. De primeras es algo que choca, ¿no? Si se han separado es que algo no funcionaba y que, seguramente tras mucho pensárselo, intentarlo… decidieron que lo mejor era la separación. Y, ¿entonces? ¿Cómo pueden mantener relaciones sexuales? Podríamos decir algo fácil como que cuando pierdes o te alejas de algo o de alguien te das cuenta de lo que has perdido y es cuando lo valoras. Pero hay algo que sucede con las parejas y es que muchas veces cuando ya se ha roto el compromiso y cada uno está por su lado si todo ha acabado de una manera más o menos tranquila, desparecen tensiones, nos mostramos con nuestra mejor cara y, claro en el momento en que por determinadas circunstancias, la pareja se encuentra, pues,… nos decimos que bien te veo, qué guapa estás,… o sea, aquello que se debería haber hecho en la convivencia, pero que en el día a día muchas veces, nos domina y nos olvidamos de lo importante, y claro, en ese reencuentro nos encontramos tan bien, que pasa lo que pasa: nos vamos a  la cama a recordar los buenos tiempos, sí los buenos tiempos, porque por termino general ese primer polvo del después es tan estupendo como aquellos primeros de cuando empezasteis.

Cuántas son las parejas que estando en tratamiento han decidido que lo mejor es separarse, y, vienen un día a consulta y te dicen: “No te lo vas a creer, pero es que ayer he estado con mi ex para hablar de “x” y hemos terminado acostándonos, y a demás de qué manera, mejor que cuando estábamos juntos”. “Es que además hemos hablado tranquilamente, me ha dicho cosas que hacia tiempo no me decía, me ha piropeado, le he alagado…”. Pues sí, es algo que sucede. Y esta situación, generalizando, muchas veces ayuda a la pareja a sobrellevar mejor el proceso de separación, en un principio. El vacío nos cuesta y el miedo a la soledad también.

 Pero, claro, hay que tener cuidado porque es algo que puede tener efectos secundarios o daños colaterales. Por una parte, si los dos tienen la certeza de que se han separado y que así lo han querido, y que el rencuentro es imposible,  no pasará nada. Pero si una de las partes se ha visto obligada a la separación, se va a refugiar en esas relaciones sexuales y su esperanza de que la otra parte pueda volver, va a aumentar. Así que esto sería un consuelo pasajero: en el momento del polvo estás muy bien, pero después llega el bajonazo y vuelves a la realidad.

Ahora si las dos partes lo tienen claro y lo que existe entre ellas es una fuerte atracción entoces sí alivia el duelo. Pero esta situación tiene que tener una fecha de caducidad.

Hay que preguntarse el por qué lo estoy haciendo: es un miedo a asumir definitivamente la separación, me da miedo la soledad, con el sexo puedo retener a la otra parte,… Una separación es difícl de llevar pero si has decidido romper, es eso, romper. Aunque tampoco te culpabilices si tenéis o habéis tenido encuentros sexuales después de separaros, pero siempre mirando que no sea dañino para ti. El beneficio siempre tiene que ser mayor que el perjuicio.