Solemos hablar mucho, largo y tendido de los chicos que en las primeras relaciones con una chica nueva no consiguen tener erección. Conocen a alguien, se van con ellas, y… o no consiguen la erección o la pierden cuando van a pasar al coito. En ambos casos, un rollo. Tienen que tener más de un encuentro con la chica en cuestión para poder echar un polvo a gusto y sin comeduras de coco.

Pero  hablamos poco o nada de las chicas que también en sus primeras citas con un chico no consiguen tener  un orgasmo, están excitadas, se lo pasan bien… pero no termina de llegar e incluso algunas nos dicen que no es que ellos las estimulen mal, sino que ellas no se logran desconectar, se comen el coco con que  a lo mejor se le está cansando la mano, con que si le pido que siga así o que acelere en el coito él a lo mejor se corre,…

En fin, en ambos casos, chicas y chicos, más pendientes de lo que pensará el otro, más preocupados de complacer al otro y de quedar bien.  ¿Por qué? Quizás porque de no ser así tememos que no quieran volver a quedar con nosotros,  es decir nuestras inseguridades se ponen en la balanza…y ¡cómo pesan!

Sí, claro que también juega un factor importante que el otro aún no conozca tus puntos eróticofestivos, o que aunque tú se los hayas enseñado aún no sepa cómo te gusta que  te los toquen, ¿pero no pensáis que depende más de la vivencia que tú estás haciendo de la película que estás viviendo, que de la pericia de tu acompañante de juegos? ¿No crees que todo depende de ti? ¿No crees que todo empieza y acaba  en tu cabeza? Y si todo depende de ti… ¿Por qué nos auto boicoteamos? ¿Por qué siendo el sexo algo tan natural lo transformamos en algo difícil, en algo dramático? ¿Acaso los animales hacen eso?

¿Y qué hacer? Os lo decíamos en nuestro primer post “Ser egoístas”, traducido: responsabilizaros de vuestro propio placer y que el otro se ocupe del suyo, ya os encontraréis en el camino. ¡No os va a quedar otra! Y desdramatizar la sexualidad, bastante exigencia tenemos ya en el día a día, disfrutar.