Sí amigos y amigas, la tecnología, no deja de sorprendernos. Esta semana con una revista trimestral que recibimos nos ha llegado un regalito. Un sobre de cartón que dentro contenía siete cosas raras que, según parece, son para que las mujeres no tengamos que sentarnos a orinar en los baños públicos y no cojamos infecciones.
Según se anuncian es fácil de usar, de forma ergonómica, que se adapta fácilmente a nuestro cuerpo, sin importar la edad, ni tu talla.
Nos lo venden diciendo que así nos protegeremos de infecciones en los baños públicos, vamos que eso de a medio cuclillas, tan incómodo y que nos hacía notar los cuadriceps, sobre el wc, se puede acabar, si quieres.
Asimismo dicen que es genial para el embarazo, pero será si estás muy rellenita porque sino, no vemos la dificultad que entraña sentarse sobre el trono, la verdad, si ahora hasta lo hacen los chicos más “limpios” para no gotear la tapa y/o el suelo ( nos parece genial, dicho sea de paso). También lo aconsejan para el postparto y para post operatorios en general. Y cómo no para personas mayores con problemas de movilidad.
Si bien es cierto que en las mujeres mayores puede ayudar (por ejemplo, es una tortura tener mal las rodillas y tener que sentarte y después levantarte) y que también nos parece útil en los postoperatorios por la posible movilidad reducida que podamos tener y para no hacernos daño con los puntos. En los demás casos nos parece un tanto ridículo y estamos convencidas que Freud hubiera estado encantado con el invento y lo habría ensalzado y relacionado con el tema del anhelo del falo por parte de la mujer , un poco carca por cierto, ¿no?
Pero bueno, ahí está, un nuevo invento, al que por supuesto también se le puede dar su uso y que en algunos casos puede facilitar la vida de algunas mujeres.
Vosotras mismas, chicas.