Hoy vamos  a contaros un par de noticias que nos han llegado y que nos han arrancado, sobre todo una de ellas, una sonrisa.

La primera es sobre un gallego, en concreto uno de Pontevedra, que pidió por internet un alargador para el pene y para su sorpresa en el momento que le entregaron el paquete y lo abrió, suponemos que con muchas ganas, se encontró con que el alargador era una lupa, sí, sí ni más ni menos que una lupa. ¡Vaya chasco! El alargar, alargar tal como él lo deseaba no es que lo vaya a hacer la lupa… Vamos que no  hay muchos escrúpulos, en algunos,  y la gente se aprovecha de la necesidad o dolor ajeno.

Dicho sea de paso este problema de pene pequeño es algo bastante extendido entre los hombres más y menos jóvenes, y ya os hemos contado alguna otra vez, que hay que dejarse de ciertas historias que nos venden por ahí como la que le habrá pasado a este pontevedrés, en la que se habrá hecho ilusiones de poder conseguir, seguramente más de tres centímetros de pene. Ante la largura del pene no hay mucho que hacer y todo lo que se venda por ahí ¡milongas! Y os recordamos que se le da mucha importancia al tamaño, pero hay cosas muchísimo más importantes, y que saber cómo hacer disfrutar a tu pareja y que ésta sea feliz no depende del tamaño, que quede claro.

Bueno, y tenemos otra noticia que ocurre muy pocas veces en la vida, tan pocas como que puede afectar a una mujer entre un millón, y es el caso de una británica que tiene dos vaginas, dos úteros. Es una chica de 27 años, que descubrió a los 18, dice que por su novio, que le dijo que tenía algo diferente. Y,… fue al médico.

Se trata de lo que se denomina útero didelfo, una malformación congénita en la que el útero está dividido en dos partes. La mujer que lo padece puede tener problemas a la hora de ser madre. Puede quedarse embarazada, pero puede sufrir abortos espontáneos o parto prematuro y hay que tener cuidados especiales. También como curiosidad, ha habido casos, muy pocos a lo largo de la historia, en que mujeres con dos úteros se han quedado embarazadas en los dos úteros con muy poco lapsus de tiempo entre uno y otro.  Alguno ya estará pensando “dos vaginas…uhhhhhhhh”.

Para acabar y volviendo al caso de la británica no parece que lo lleve mal y hasta saca provecho de ello.