Os coméntabamos hace poco lo saludable que es tener un orgasmo al día. Pues bien hoy os vamos a comentar acerca de un estudio que han hecho en la universidad de Tufts, en Massachusett, en el que hablan de la relación directa que existe entre la realización de practicar sexo de forma esporádica o deporte de manera irregular y la posibilidad de sufrir un infarto o incluso una muerte súbita.

En concreto, hablan de “Sucesos agudos cardíacos fueron asociados con la actividad sexual y episódica física, con un 3,5 veces más de riesgo, mientras que varones con una vida sexual ocasional tienen 2,7 veces más riesgo de padecer un infarto”. Es curioso también el dato que dan acerca de que la mayoría de las muertes durante el acto sexual se dan fuera de la pareja, ¡castigo divino! Curioso, pero bastante lógico. Hablamos de las infidelidades. Aquí, en estas situaciones, todo se dispara, ¿verdad? Estás haciendo algo prohibido, estás con una nueva persona que te provoca y te proporciona todo aquello que con tu pareja, seguramente, lo tengas olvidado, y te hace sentirte plenamente, con sensaciones muy placenteras, donde los problemas no existen… pero también está el deseo de quedar bien, de dar la talla, de complacer, de hacer los encuentros muy intensos, y, claro, eso, pues puede tener consecuencias y nos pasa una factura de muy alto coste. En consulta ya tuvimos a quien tuvo que llevar a su “querida” al hospital porque “en medio de”, y en el punto más álgido, a ella le dio un ataque cardíaco. Afortunadamente, todo quedó en un susto y no se enteró nadie que no tenía que enterarse.

Así que ya sabemos, todo tiene su puntito. Desde aquí y aprovechándonos de este estudio recordamos que cada cual debe mantener relacionas sexuales en la medida que le apetezca. Que nadie se tiene que sentir obligado a una frecuencia determinada, que en la cantidad no está la clave. No por mucho que se haga tiene que ser mejor, aunque también es cierto que si es mucho y es bueno, pues ¡qué más vamos a pedir! Pero está claro que si nuestro cuerpo no está entrenado, cuando hacemos un sobreesfuerzo, como puede ser el acto sexual, donde sobrecargamos a nuestro corazón, pues corremos un riesgo.

Así nos quedamos con que hacer deporte y practicar sexo de una forma regular nos ayuda muy saludablemente. Y como el sexo es un buen deporte, ya tenemos dos al precio de uno.