Una separación, una ruptura, aunque sea de “mutuo” acuerdo, siempre es dolorosa y hay que pasar el duelo, con sus diferentes pasos, para ir superándolo.

Pensando en ello y para aliviar en parte este dolor, inevitable al fin y al cabo, Olinka Vistica y Drazen Gribsic, al terminar su relación tuvieron una idea muy original y crearon el Museo de las Rupturas, en Croacia. El objetivo era exhibir aquellos objetos que la pareja se había regalado durante la relación. Animaron a sus amigo/as a ceder, donar sus recuerdos y fue todo un éxito. La exhibición empezó a trasladarse a diferentes países del mundo. Allá por donde pasa se le siguen sumando objetos de los desamores de dichos lugares.

Cada recuerdo va acompañado de una pequeña nota con su historia. Por destacar algunos:

– Un frasco que contiene las lágrimas que un chico después de cuatro años de relación.

– Un hacha de Berlín, de una mujer que rompió todos los muebles de la casa donde vivía con su pareja, otra mujer. En una ocasión en que una de ellas se fue de viaje, la que se quedó se enamoró de otra y la venganza fue,… tú me has roto el corazon yo te rompo los muebles.

– Un teléfono celular donado por una mujer que decía: “Mi ex pareja me regaló su celular. Así que no podremos hablar nunca más”.

– Un símbolo de Mercedes Benz con el texto: “No tenía tiempo para nada más”.

– Una pierna ortopédica de un veterano de guerra de Croacia, que se enamoró de una enfermera que le ayudó a conseguir la pierna ortopédica. El texto decía: “La pierna duró mucho más que la relación”.

Esta es una muestrita de lo que hay, curioso, ¿no?

Desde luego, la idea, a parte de ser original, puede llegar a ser muy terapéutica, ya que muchas veces nos quedamos ligados a determinados objetos, que lo único que hacen cuando los vemos de nuevo, es hurgar la herida y remover la historia del pasado. Es como una trampa, el recuerdo bonito, positivo que viene a la memoria es sólo momentáneo y a la larga dificulta el proceso de superación.

La exhibición sigue recorriendo páises a lo largo y ancho del mundo y seguramente nunca dejará de recibir nuevos y sorprendentes elemetos de las distintas personas que seguirán separándose a lo largo del tiempo.