Tras el paréntesis del martes, donde os remitíamos al periódico El Correo, para que echaseis un vistazo al artículo ¡de campo! que nos habían hecho sobre el Tuppersex, en la peluquería Coco´s (en Alameda Recalde. Y muy buenos peluqueros, por cierto), retomamos y acabamos con un tema que nunca pasa de moda, la pornografía. Y terminamos haciendo historia.

Parece ser que el término pornografía procede de “porne”, prostituta, y “grafía”, descripción, o sea, descripción de una prostituta. Así, y por extensión, describiría también las actividades propias de éstas en la ejecución de su tan antiguo oficio. Sólo como otro dato más y para curiosos un inciso: en Turquía, mas en concreto en Efeso se ve cómo señalizaban la dirección a los prostíbulos, lo hacían grabando en el suelo un pie (como en Hollywood lo de las manos, para que luego vayan de originales) y una chica al lado de ese pie y según irían los deditos de ese pie, ésa era la dirección que debías de tomar.

Pero, hoy en día, generalizamos aún mas el término, y por pornografía entendemos el conjunto de materiales, imágenes o reproducciones de la realización de actos sexuales con el fin de provocar excitación sexual.

En tiempos prehistóricos ya se hacían dibujos o estatuillas con caracteres sexuales exagerados: senos enormes como las Venus del Paleolítico o falos prominentes, aunque aquí estas representaciones no buscaban excitar a su público sino pedir a los dioses fertilidad y buenas cosechas.

En la India hay templos hinduistas con más de 2.500 años que tienen decorados en relieve o esculturas que representan parejas en el momento del coito. En China se han descubierto dibujos y grabados de la época de la dinastía Chin que como en India representan el coito. En jarrones griegos se han encontrado las mismas representaciones, y textos con clara intencionalidad erótica. En las ruinas de Pompeya, los restos del principal burdel de la ciudad muestra numerosas excenas (sí, si lo ponemos con X a propósito, de forma simbólica) .

Parece que el cristianismo reprimió todas estas manifestaciones pero no logro extinguirlas ya que con el Renacimiento, de forma sutil o no tanto, resurgieron.

Pero la pornografía, tal y como la conocemos hoy en día, surgió con la aparición de la fotografía. En Gran Bretaña existe una fotografía tomada hacia el año 1890 que muestra a una mujer realizando sexo oral a un hombre, ésta sería la primera foto pornográfica en un país anglosajón (¿os imagináis a vuestras abuelas o tatarabuelas en tal actitud? Os recomendamos visionar las pelis de “Nuestros pícaros abuelos”, no tienen desperdicio, para que luego vayamos de modernos. Sólo faltan los primeros planos, todo lo demás ahí esta).

Después, con el cinematógrafo se amplió aún más la producción de pornografía, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. En los Estados Unidos, la revolución sexual de los sesenta dio lugar a que los temas sexuales se trataran de forma más abierta. Y una consecuencia indirecta de estos cambios sociales fue el aumento de la producción gráfica de material de contenido erótico. Hacia la década de 1970, se realizaron películas que atrajeron gran número de espectadores al género pornográfico, entre ellas “Garganta Profunda” (todo un mito y aunque ahora nos resultase light para los amantes del sexo oral tiene su cosilla que una chica tenga el clítoris en la “profundidad de su garganta”, imaginaros cómo chuparía y el qué), “Taboo” e “Inside Jennifer Wells”.

Ya en la década de los 80 y con los videos el prono se fue a los hogares, millones de personas en la privacidad de su casa pudieron ver este tipo de cine sin tener que ir a cines porno, que resultaba algo embarazoso por quien te pudiera ver.

Pornostars como Cicciolina o Rocco Siffredi se hicieron ampliamente conocidas y alguno fue ampliamente valorado y envidiado por sus congéneres gracias a sus atributos, no hace falta decir quién ¿verdad?

Después con Internet, el porno ha alcanzado una expansión, que ni el productor porno más optimista habría podido imaginarse hace unos 10 años.

Bueno, esperamos os haya gustado el post, un poco de culturilla nunca está de mas, y animaros a que este fin de, grabada en móvil, en pelí o en vuestra memoria para la posteridad, hagáis vuestra pelí porno más atrevida y audaz. Que os divirtáis.