Se nos ha escapado
Algunas estadísticas nos cuentan que tras un período vacacional muchas parejas se separan. ¡Vamos, que no se relajan! Se agudizan los problemas. Y es que eso de pasar mucho tiempo juntos hace que los conflictos se hagan más visibles, que se destapen las cosas. Los problemas ya estaban ahí, no aparecen de repente, pero con la falta de tiempo casi ni los veíamos o los justificábamos por ese ritmo frenético que generalmente llevamos. Y para colmo habíamos puesto tantas expectativas en las vacatas,…”ya verás cómo ahora hablamos más”, “mantenemos más relaciones sexuales”,… y todos estos “buenos” deseos lo único que hacen es contribuir a aumentar la presión: todo lo que iba mal ha de salir bien, son vacaciones y estamos descansados y en un lugar paradisíaco. Y ya sabemos cómo funcionamos los humanos bajo presión.
En consulta nos suelen decir que achacaban los problemas sexuales como la falta de deseo o pérdidas de la erección al stress, a la falta de tiempo,…Y claro, llegan las vacatas y se nos acaban las excusas. Vemos que no cambia nada, o poco, y volvemos sabiendo que necesitamos ayuda externa, que se nos escapa de las manos la solución, o en el peor de los casos volvemos con un ultimátum “o lo solucionas, te pones en manos de un profesional, o se acabo, ya no aguanto más”.
¿No habéis oído decir “no sé que pasará, se jubila este año”? Y es que da miedo, acostumbrados a vivir “nuestra vida” de repente la tenemos que compartir con el otro, y no estamos para nada acostumbrados, sólo coincidíamos para cenar y nos hacíamos unas llamaditas de móvil. Y por si fuera poco, hay que rellenar el tiempo, cosa de la que antes no teníamos por qué preocuparnos ¡nos faltaba!. Y teníamos una rutina que seguir, y ahora es el vacío, eso que años antes de la jubilación se veía de forma idílica ha llegado ¡y ahora qué! Y si además tienes achaques,…
Pero volvamos a las vacatas y dejemos la jubilación. Muchas veces, cuando tenemos problemas, sean sexuales o de convivencia, pensamos en que irnos de vacaciones nos puede ayudar, irnos sin los niños, dejar el stress, al jefe,… va a ser la solución a nuestros problemas, ¡a esos problemas que se han ido gestando día a día, muchas veces durante años! ¡Y lo vamos a solucionar en una semana! En fin, más creíble cualquier película de ciencia ficción del Steven Spilber.
No esperéis a que lleguen más vacaciones o a que pasen para daros cuenta que éstas no resuelven nada. Poneros en manos de profesionales. Como mucho, solos a lo mejor mejoráis vuestra comunicación. ¿No vais acaso al dentista si os duelen las muelas? Pues si os duele la pareja o la sexualidad,…