Sucedió el pasado viernes, según cuenta The New York Observer, en un encuentro con Paul Auster en Nueva York. Una mujer del público preguntó al escritor si fue idea suya adaptar su novela Tombuctú y convertirla en un cuento infantil.
Tensión en la cara de Auster.
-Tombuctú no es un relato para niños, respondió.
¿Acaso se equivocó la mujer, dado que el protagonista es un perro llamado Mr. Bones?, se pregunta el enviado del Observer.
El asunto siguió liándose. La mujer insistió en que sabía de lo que hablaba, un pequeño volumen lleno de ilustraciones y editado en formato de libro para niños. Auster pasó la bola a su agente, Carol Mann, que tampoco estaba al corriente de la adaptación. Emoción, intriga, dolor de barriga.
Por suerte, siempre hay alguien con un iPhone entre el público. Fue googlear la cuestión que generó el aprieto y salió la respuesta. “Es un volumen en cuya portada sale un perrito gris”, dijo tras levantar la mano y pedir la palabra.
La edición en cuestión es obra de la ilustradora alemana Julia Goschke, un librito de 32 páginas basadas en la novela de Auster editado por una pequeña compañía alemana llamada Minedition y que se distribuye en USA por Penguin (compruébalo en Amazon ). “La idea es un poco macabra para un cuento infantil”, dijo ya resuelto el enigma el publicista de Picador que trabaja en las ediciones de Auster. “Como se sabe, el perro (Mr. Bones) se suicida al final”.
La historia me ha parecido curiosa porque hace tiempo ya que hablamos de ese librito en este blog.