Estoy escuchando en este mismo instante lo último de Neil Young , Fork in the Road (exactamente, el tema Johnny Magic). Wow, que diría un americano. Esa garra. La fuerza. El constante ritmo marcado por la caja de la batería, seco, plato-caja, plato. caja, chas chas. Me recuerda a Mirrorball, el fantástico experimento de Young con Pearl Jam, pero Johnny Magic tiene un sonido más limpio, nada parecido a Living with war, donde abusó de la suciedad sónica que convertía grandes canciones en sólo buenas canciones de culto. Es el Young de nuevo eléctrico, muy eléctrico. Ojo, a punto de cumplir los 60. Os envidio a quienes tengáis entradas para el concierto de San Sebastián .