“Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”, se lee en la primera línea de Diario de Invierno, lo nuevo de Paul Auster que sale hoy en formato ebook y el 1 de febrero, un par de días antes del 65 aniversario del escritor, en papel. La novela, más un repaso vital que un relato de no ficción, llega traducida por Benito Gómez Ibáñez, lo que es una suerte y una garantía para el lector español. “Habla ya antes de que sea demasiado tarde y confía luego en seguir hablando hasta que no haya más que decir. Después de todo, se acaba el tiempo. Quizá sea mejor que de momento dejes tus historias a un lado y trates de indagar lo que ha sido vivir en el interior de este cuerpo desde el primer día que recuerdas estar vivo hasta hoy. Un catálogo de datos sensoriales. Lo que cabría denominar fenomenología de la respiración.”

Auster, como se ha visto en los párrafos precedentes, no se separa de la prosa que nos ha cautivado, aunque aún es pronto para emitir un juicio sobre el volumen, tan pronto que ni siquiera se ha puesto a la venta y que iBookStore, en este momento, a media hora de la medianoche, sólo acepta fríos pedidos en lugar de suministrar caluroso cobijo bajo el manto de Auster. Las expectativas son altas. Siempre lo son en el caso de Auster, aunque hayamos aprendido que no siempre son respondidas con el entusiasmo necesario para garantizar la reciprocidad. Apostamos Viajes por el Scriptorium, lo que parecía un genial pasatiempo metaliterario, y erramos. Quisimos resarcirnos con Un Hombre en la Oscuridad y volvimos a estamparnos con la pared. Gracias, sin embargo, Paul Auster, por Sunset Park, que nos devolvió la fe. Y antes por Brooklyn Follies y antes por El Libro de las Ilusiones y antes por Leviatán y por todas las demás. La leyenda se ha forjado a golpe de casualidad y muñeca rusa. Y las leyendas, antes de que se conviertan en mitos, están para ser disfrutadas.

Para quien no lo sepa, Diario de Invierno, esto de Paul Auster que nos llega este enero, es una nueva visión de la vida del escritor, que mira hacia atrás en tercera persona, como si nada de lo que ocurre le hubiera pasado a él mismo. Ya contó parte de su camino en La Invención de la Soledad y ahora nos invita a atravesar otros senderos, otras anécdotas y otras reflexiones desde el invierno de la vida. No serán memorias al uso, ya lo sabemos, pero la prosa de Auster suele ser tan absorbente que igual nos dará que la vida narrada sea la suya o la de otra persona. Auster es como de la familia. Un vecino de Brooklyn. Gente del barrio.

Los datos técnicos ya los saben. La nueva narración de Auster es otro volumen autobiográfico, aunque distan de ser unas memorias al uso. Un compendio de vivencias, reflexiones, anécdotas como el que ya trasladó un par de décadas atrás en La Invención de la Soledad. La apuesta de Anagrama ha sido seria. En primer lugar, porque va a permitir a los lectores españoles disfrutar de lo nuevo de Auster con notoria anticipación respecto a otros países, al menos con varios meses respecto a latinoamérica y Estados Unidos, donde Winters Journal verá su publicación en verano. De otro, por la arriesgada operación de márketing en internet. Anagrama pone a la venta este 19 de enero la versión en ebook antes que la de papel, para la que habrá que esperar hasta el 1 de febrero. Es más barata, 10,99 euros este mes, aunque después el precio crecerá hasta los 14 euros aproximadamente. Arriesgado para Anagrama, decíamos, por el mensaje que envía al sector de la librería tradicional, al que no le sentará nada bien este arrope de la editorial de Herralde a la literatura etérea.

“Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama y vas a la ventana. Tienes seis años. Afuera cae la nieve, y en el jardín las ramas de los árboles se están poniendo blancas.” Ah, Auster.

Aquí te puedes descargar el primer capítulo de Diario de Invierno