Quizá sea Radiohead, la banda
escocesa inglesa (gracias, Miguel) de culto, una de las primeras en haber comprobado que la adaptación a los tiempos es señal de inteligencia, que el negocio musical sustentado en la venta de copias físicas se ha terminado y que internet, como dijo Álex de la Iglesia en la ceremonio de los Goya, no es el futuro, sino el presente, y que está ahí para quedarse. Radiohead anunció ayer por sorpresa que en sólo unos días, a partir del sábado, pondrá a la venta su octavo álbum de estudio (The King of Limbs), que por supuesto se podrá conseguir en formato digital, con descargas que costarán 6 libras en formato mp3 y 9 libras en wav (7 y 11 euros). También habrá posibilidad de adquirir el material en copia física, aquí también con variedad de opciones para el fan. Desde el CD ‘pelao’ y el molón vinilo, a una edición de lujo que han llamado Newspaper Edition y que consiste en dos vinilos transparentes de 10 pulgadas, más un compacto más un código para la descarga digital, además de una buena dosis de contenido gráfico y memorabilia variada. Se habla, dice El País, de 625 ilustraciones pequeñas, además de una caja de plástico biodegradable para guardarlo todo.
Si hay algún camino por el que vaya a discurrir el futuro del mainstream musical, me inclinaría a que Radiohead ya lo está transitando. Opciones para todos: sólo descarga, sólo copia física o ambas; diferentes precios y mucho ‘extra’ que impulse a comprar aquello que, es cierto, se puede conseguir gratis por otros medios. Muchos de los que lloran ahora la situación del negocio harían bien en dejarse de lágrimas y pensar cómo sacamos esto adelante.
Radiohead tiene una idea (además de buenas canciones).