La aerodinámica en el ciclismo hace que el rendimiento del corredor pueda aumentar hasta un 30%. La resistencia al aire es el principal rival de los ciclistas que, probando diferentes posturas y materiales, hacen pruebas en el túnel del viento. Ahí controlan cuál es su mejor posición sobre la bicicleta, la ideal para sacar el máximo rendimiento de sí mismos. En esos test se ha comprobado que un corredor puede rodar 2 o 3 kilómetros por hora más si consigue una postura más aerodinámica
La postura es clave, pero también la indumentaria con la que se practica. La ropa, por tanto, puede llegar a ser crucial para que el deportista saque el máximo partido a toda su energía sin malgastarla.
Durante una prueba, por ejemplo, si el ciclista rodara a una velocidad baja de unos 30 kilómetros por hora, la resistencia aerodinámica sería de más del 80% del total del esfuerzo al que está sometido el corredor. Una la lucha contra el viento que, a medida que la velocidad aumenta, el porcentaje de resistencia sube.
Por eso la ropa tan ajustada. Los materiales fabricados con fibras suaves y ceñidas al cuerpo permiten reducir el rozamiento hasta un 30% en comparación a vestimenta suelta u holgada. Podemos ver esta ropa en las pruebas contrarreloj, en donde las milésimas pueden suponer una victoria.