Con buen sabor de boca. Así es como ha dejado la primera contrarreloj nocturna de la Vuelta a España, con un trazado de 13 kilómetros por las calles de Sevilla. Bueno para todos. Primero para el público, que pudo gozar del espectáculo de una prueba como la ‘crono’ por equipos, en la que los ciclistas “vuelan” (con una media superior a los 52 kilómetros por hora) sobre el asfalto y, sobre todo, porque pueden durante casi dos horas del paso de ciclistas. Estos últimos también quedaron contentos, más que nada por la temperatura, que estos días rozaba los 40º en Andalucía.
Seguramente no arriesgaron lo mismo que si hubiera sido una prueba diurna, ya que la iluminación no era la suficiente para rodar a esa velocidad y trazar las curvas correctamente. La organización colocó focos cada pocos metros para una mejor visualización, pero un pqueño bache, una piedra, etc. no se ve igual de noche.
El más feliz ayer fue el británico Mark Cavendish (Columbia), primer líder de la Vuelta, que fue el encargado de estrenar el nuevo maillot rojo.