El pasado fin de semana, mientras la disputa del Tour de Omán, en un país musulmán, la organización de la carrera alertó a los ciclistas sobre sus costumbres a la hora de cambiarse de ropa tras las etapas y les amenazó con posibles multas por falta de decoro.
Los ciclistas, a diferencia de los futbolistas o deportes que se celebran en recintos cerrados o habilitados para una disciplina, se cambian en coches, furgonetas o autobuses. A los profesionales les solemos ver en sus grandes autobuses, con todas las comodidades típicas de un vestuario normal (duchas, baño, etc) para que puedan asearse y cambiarse con tranquilidad, pero en el Tour de Oman no han desplazado toda la logística, así que lo hacían donde podían; entre coches.
En otras categorías, como la amateur o juveniles no disponen del presupuesto de un equipo profesional y es común ver a los ciclistas prepararse entre coches, poner los dorsales sobre el capó de un automóvil…e incluso realizar sus necesidades en una cuneta ya que los bares cercanos siempre están a rebosar de corredores.