El corredor Italiano, que había ingresado el pasado fin de semana en un hospital de Módena por sentirse mal tras un entrenamiento, ha vuelto a poner en riesgo su vida de la peor manera posible para un deportista: dopándose. El médico que atendió al ciclista en urgencias dice que el corredor le confesó de haber utilizado una bolsa de sangre que guardaba en el frigorífico para hacerse una transfusión. Probablemente la sangre estaba en mal estado por exceso de días en la nevera.
Después de su suspensión de 20 meses por doparse con CERA en el Tour de 2008, el corredor, también conocido como ‘á Cobra’, parece que quiere acabar con su carrera, y no deportivamente, sino en un ataúd.
Mientras, el juzgado de Módena ha abierto un procedimiento contra Ricco, aunque eso importa realmente poco. La carrera de este ciclista está ya acabada.