Mientras la propia esencia del ciclismo se tambalea a sacudidas de análisis y contraanálisis, Carlos Gurpegui vuelve a la primera página de los periódicos. El infierno de este tipo de apariencia discreta, tímido y con aire de buena gente, se remonta al primer partido de la temporada 2002-03 -cuatro años en el candelero- cuando cuadruplicó la tasa de nandrolona. Después de que ayer la Audiencia Nacional desestimara el recurso del jugador, hoy el Athletic ha hecho lo que le correspondía. Cerrar filas. Lamikiz ha anunciado un nuevo recurso ante el Tribunal Constitucional en la que se centran las esperanzas de una nueva medida cautelar que le permita seguir jugando. Son días duros para el navarro, que está más cerca de la grada que del césped.
La solidaridad que despierta en el vestuario, en la grada y en la directiva, envuelve al jugador en un halo de casualidad, como si se tratara de una lotería. Pero el tema del dopaje bien merece una buena revisión también en el mundo del fútbol.