La fiesta de goles del Sánchez Pizjuán acabó mal. Fundamentalmente por tres motivos: que el Athletic no supo mantener el ritmo con el que empezó, que Palop demostró que es uno de los mejores porteros de Primera y que Clos Gómez se empeñó en ver donde no hay. Buena prueba de ello fue el primer penalti que señaló a los locales. Luis Fabiano -autor del primer tanto tras un error de cálculo de Capel- cayó en el área entre dos defensores rojiblancos que apenas le tocaron. Kanouté fue el encargado de lanzar con acierto la pena máxima. Y precisamente Luis Fabiano logró ampliar la ventaja de los blancos con una vaselina medida sobre Iraizoz que situaba el 3-0 en el marcador y casi daba el choque por zanjado.

Pero en el Athletic siempre cabe la sorpresa. Dos centros medidos de Susaeta bastaron para complicar la tarde al equipo de Gregorio Manzano. El primero encontró la cabeza de Llorente, que sigue en racha. El segundo fue a parar a las botas de Gabilondo, que disparó a puerta y Konko despejó con las manos. Penalti. Palop detuvo el disparo de Fernando Llorente pero no pudo hacer nada en el rechace. El Athletic se ponía a las puertas de la remontada. Y entonces regresó Clos Gómez, listo para dinamitar el partido. Es cierto que Orbaiz tocó el balón con la mano mientras caía pero aún más evidente es la falta previa de Negredo a Iraizoz. Severo varapalo en el peor momento.Aún , sacando fuerzas de flaqueza y en el tiempo de descuento, logró el 4-3 Gabilondo con un precioso y certero remate de cabeza. Pero ya no había tiempo para más.