Comienza fría la semana. El partido de ayer lo hemos olvidado ya. Es un choque sin historia. Al que sí recordaremos, por contra, es al gran uruguayo Mario Benedetti, que moría esta madrugada a los 88 años. Permítanme la licencia de traerlo hasta aquí, ya que firmó alguna de las citas que aderezan este blog. El autor de ‘Inventario’ y ‘La tregua’ solía hablar de la rutina cotidiana, de la vida oficinista, de los lunes sin sol. Con ese mismo aire de apatía nos pilló el partido de ayer. Qué aburridos son para el rival los encuentros en que tú te lo juegas todo. Es una suerte que ahora estemos al otro lado del río.
Sin la urgencia de puntos, hasta los penaltis que no son, importan poco. Gracias a un claro ejemplo de error arbitral, se adelantó el Espanyol. Pese a ello, los locales sudaron la gota gorda hasta el pitido final. El Athletic se había puesto el buzo de trabajo y demostró profesionalidad, que no es lo mismo que entusiasmo. Quizá pensaron que la vuelta al tajo les haría olvidar más fácilmente la melancolía por la Copa. Pero el partido de ayer nos dejó fríos, como era de esperar. También la muerte es “un absurdo previsible” y no por ello nos deja menos helados.