Lo suelta mi buen amigo Álvaro en el pote posterior al partido de ayer. La frase es carne de blog. Resume en cuatro palabras el espíritu que reina en la afición rojiblanca. Dos finales en Mestalla. Sobra decir que en tierras valencianas cierra este año la Liga nuestro Athletic y el temor es que al célebre partido ante el Barcelona se le sume esa otra final tan poco deseada. Queda lejos ese escenario pero está cada día un poco más cerca.
El infortunio tiene muchas caras. La de Koikili, cuyo mal despeje propició el gol del Dépor a falta de cinco minutos. La de Iraizoz, que vio cómo el balón impactaba en él para colarse en la red. No por falta de fortuna sino de templanza nos veremos sin Javi Martínez ante el Numancia. “Qué jeta tienes”, le espetó al colegiado cuando todos enfilábamos el camino de los vomitorios cariacontecidos. ¿Eso es roja? Tengo serias dudas.
No hizo mucho el Dépor para llevarse los tres puntos. Pero hace falta poco para ganar a este Athletic, especialmente cuando Llorente no está en racha. Se ovacionó a Toquero, que es un obrero en esto del fútbol. Mucha casta y muchas ganas pero poco más.
Cuando escribo estas líneas, a falta del partido del Sporting, el Athletic ocupa el puesto 16 y su colchón sobre el descenso es de cuatro puntos. Un colchón finito, que de lejos parece una esterilla. Ojalá no juguemos este año dos finales en Valencia. No sé cuál será más difícil de ganar.