Con el gol de Diego llegó la sentencia. Se nos escapaba entre los dedos la final de la Europa League. A muchos les dio por llorar. Y, sin embargo, nunca tuvimos tan buenas razones para recuperar el aliento y sacudirnos el desánimo. Sólo es necesario levantar la cabeza. Hacia los balcones, las ventanas, las fachadas […]