Han podido disfrutar los que hoy se han acercado a San Mamés. Y eso no es poco. La ovación agradecida con la que han despedido a Igor Martínez confirma que su juego en su primer partido en casa no ha defraudado las expectativas levantadas el pasado fin de semana. Una de las actuaciones más destacadas la completó David López, que abrió el marcador al borde del descanso con un gol afortunado: su pase largo se envenenó y acabó en la red de Aouate. La victoria se consolidó gracias al tanto de penalti de San José, que en el minuto 60 transformó un penalti por mano en el área balear. Iñigo Pérez, que sustituyó a Muniain, dejó destellos de calidad y ganas a raudales y puso la guinda a la noche aprovechando un rechace que supuso el tercer gol.
El Athletic-Mallorca acabó en 3-0 y poco faltó para la goleada porque el Athletic sigue empeñado en jugar bien al fútbol y porque el Mallorca de este año parece haber olvidado que sabía hacerlo. Los de Caparrós disfrutaron de dos ocasiones clamorosas en sendas galopadas de Llorente y De Marcos. El segundo se empachó de balón y el primero, también solo ante el meta mallorquín, no consiguió igualar los récords de Panizo e Iraragorri (marcar en las cuatro primeras jornadas de Liga). Se quedará como una mera anécdota. Lo positivo, al final, es el colchón de siete puntos que permite al Athletic encarar la visita del Barça con tranquilidad y optimismo.