No llegaba en su mejor momento el Athletic al Bernabéu. Este final de temporada se le hace pesado a los de Caparrós, que parecen arrastrar los pies por el tramo final de la Liga. No es el caso de su rival de ayer, un Real Madrid imparable que, sin embargo y pese a la goleada por 5-1 infringida al Athletic, se aleja del título.
El resultado es algo engañoso. Influyó sobremanera la injusta expulsión de Amorebieta en un penalti sorprendente señalado por Muñiz. El penalti puede estar abierto al debate pero la expulsión es injustificable. Tras el tanto desde los once metros de Cristano Ronaldo, y con Llorente fuera del ‘once’, el panorama era francamente complicado. Atrás quedaba la ocasión de Toquero en los primeros minutos. Sin embargo, el Athletic logró mantener la compostura y Yeste, en el minuto 40, firmó una jugada genial que supuso el empate. Fue uno de esos momentos geniales del jugador de Basauri, que ultimamente añorábamos. Si Iraizoz fue quien permitió al equipo llegar al descanso sin ser goleado, Yeste nos devolvió la ilusión. Quizá en un día así no debería haber sido sustituido (ya en la segunda mitad).
Higain, Sergio Ramos, Benzema y Marcelo acabaron con el Athletic en el segundo tiempo. El Real Madrid se olvidó de los nervios de su encarnizada lucha por la Liga y los visitantes no aguantaron el ritmo de un partido jugado con diez. Ni siquiera los rechaces ayudaban a Iraizoz. Se ceñía sobre los rojiblancos una goleada excesiva, no determinada pero sí fuertemente condicionada Muñiz.