Bajo una lluvia que sorprendió a propios y extraños, el Athletic logró una goleada en Almería. No es que a los locales les afecten tanto los cambios meteorológicos sino que cuentan con una defensa que hace agua por todas partes. Eso explica el aluvión de ocasiones que el Athletic disfrutó en el tramo final del partido. Susaeta y Javi Martínez pudieron convertir en memorable la tarde de ayer pero la madera (dos veces) se mostró inclemente. Los leones mostraron ambición y también una confianza en sí mismos desconocida hace tiempo. Su juego ganaba enteros según subián los tantos en el marcador visitante. El Athletic sacó jugo de le sus ocasiones a balón parado. De falta primero (Javi Martínez, minuto 37) y de córner después (Ustaritz, minuto 40), desarmó a los almerienses con el descanso a la vuelta de la esquina. Llorente se sumó a la fiesta de una larga tarde de fútbol -cuatro horas si sumamos el Barça-Madrid- y firmó un remate de equilibrista antológico. Completó De Marcos la goleada en el minuto 76. Luego, un borrón, para que no falte de nada. Un penalti ilógico que supuso el único gol de los locales.

Con 20 puntos en la jornada 12, a uno de la UEFA y a 5 de la Champions, quizá el Athletic debería plantearse mejorar sus previsiones de comienzo de temporada y elevar sus objetivos. No hay nada que perder. Por el momento, disfruten de verlo triunfante -y goleador- en el octavo puesto de la tabla.