Se hablará bastante esta semana de la expulsión de Gurpegui. Jugar con un hombre menos siempre condiciona el partido, pero en el caso del Athletic lo determina. Nunca pareció que el equipo pudiera reponerse de su ausencia. Digo que correrán ríos de tinta y Caparrós, que es un perro viejo en estas lides, ya ha atizado el fuego con esas declaraciones sobre una expulsión de navarro a navarro. No deberíamos distraernos mucho con esa tarjeta roja, ni con la que se llevó Ustaritz en los minutos finales. Deberíamos mirar, más bien, a las estadísticas de un choque en el que los de Caparrós gozaron de una ocasión de gol y botaron sólo dos corners. Y el árbitro -que no fue bueno- tampoco es la explicación correcta. Hay más números preocupantes: hemos logrado un punto de los últimos quince posibles. Caparrós declaró ayer: “No se qué nos pasa con Undiano”. A mí lo que me preocupa es qué nos pasa “Undiano aparte”.