Enhorabuena al campeón. Y también al subcampeón. Han sufrido los chavales de Bingen Arostegi en la final disputada en la localidad malagueña de Nerja -tan cerca, por cierto, para el rival y tan lejos para los nuestros-. Hemos sufrido con ellos por verlos acariciar la Copa, ternerla tan cerca, con ese 2-1 cuando el tiempo reglamentario había acabado y también más de tres minutos de descuento.
La primera parte fue algo tediosa, con dos equipos reservones y ocasiones aisladas. Se abrió el partido con el gol del Athñetic -Vidal- pero no vimos la raza de este equipo hasta que empataron los sevillanos. No tardaron ni un minuto en volverse a adelantar los rojiblancos de la mano de Etxaniz con un espléndido cabezazo. Se sentían ya campeones de Copa. Luego llegó el mazazo del empate y el tanto del sevillista Rodri colocó el 2-3 definitivo en el marcador durante la prórroga. También en ese tiempo hubo una posible mano en el área sevillana. Poco importa. Se escapa la Copa pero el Athletic juvenil ha demostrado que el futuro pinta mejor. Eso es lo importante.