Recuerdo que nos vimos caer por el precipicio. Nos visualizamos allá, dando patadas al aire, con pánico al descenso. No se podía empezar peor. Al gol que acababámos de recibir -la mala suerte golpeó otra vez en un defensa, Ocio- se sumaba ahora la segunda amarilla a uno de nuestros mejores centrales. Se nos olvidó […]