La decepción por el 2-1 tiene mucho de inesperada. Es decir, el enfado con que el lector se va a la cama es proporcional a la magnitud de ‘las cuentas de la lechera’ que hizo en el descanso. Se comprende por ese 0-1 en el que, quien más y quien menos, se frotaba los ojos […]
Eran otros trenes y, sobre todo, eran otros tiempos. En un día histórico como el de hoy, hagan boca recordando aquellas finales que se alejan en el tiempo. Recomendada queda la lectura de El tren del alirón .