En todas partes y para bien. Llorente cuajó el domingo otro partidazo y cimentó la victoria rojiblanca frente al Numancia. Marcó los dos goles, firmó pases precisos y de bella factura, metió en el encuentro al equipo, defendió cuando hizo falta y hasta acabó despejando en el área. Es tan único este nuevo referente asumido por todos que tiemblo de pensar que pueda padecer una lesión. Resulta inimaginable este Athletic sin Llorente.
El choque ante los sorianos acabó en roja para el joven Etxeita, rondó el quirófano -según supimos- en el caso de Ocio y deja un cuadro preocupante para la cita de esta semana ante el Racing. La defensa sigue sufriendo y haciendo sufrir. Más arriba, hay dudas sobre si Javi Martínez está mejor que Gurpegui. Algunos piden el cambio. Yeste, ante el Numancia, hizo su parte y Susaeta mejoró su rendimiento. La gran tarea sigue estando en la zaga.
Sólo le faltó al partido una ovación merecida que Caparrós le negó a Llorente. Con la ventaja de dos goles y un trabajo así, era lo suyo. Pero habrá más ocasiones para despedirle en pie. Eso es seguro.
Nota: Mis disculpas. Por primera vez en más de tres años, llego un día tarde a mi cita con los lectores por problema técnicos. Cosas del wifi y las libranzas.