Cuando vemos que la sentencia obliga al Athletic a pagar 900.000 euros a Núñez y que éste podría recurrir, todo parece perder el sentido. La clave -según parece, a estas horas- radica en que la jueza desestima la consideración de que ha habido un despido y dice que se trata de una resolución de contrato por modificación de las condiciones de trabajo. Este aspecto obligaría al ex delegado rojiblanco a pagar la parte correspondiente de impuestos de los 900.000 euros, lo que reduciría de forma muy sustancial esa cantidad. Eso es lo que llevará a recurrir probablemente al ex delegado mientras el club aún lo está valorando. Quedan cinco días para saber si hay recursos.
Por otro lado, se desestiman, como parece lógico, los 250.000 euros que reclamaba el ex delegado por daños físicos y morales. Macua queda limpio, no tiene responsabilidad subsidiaria. Parece ser que a la acusación le faltó contundencia en los cargos y que incluso es rechazada en la sentencia la argumentación de que las declaraciones electorales de Macua diciendo que no contaba con él ponían al ex delegado en el ojo del huracán mediático.
De telón de fondo, un día más, el Athletic en los tribunales, los incomprensibles contratos blindados, todo eso que debe acabar pronto para que nuestro club pueda llamarse diferente.