Hemos tenido que esperar ocho partidos para ver al Athletic sintiéndose cómodo en el campo. Ayudó el Valladolid de Mendilibar, que se mostró en la primera parte como un rival sin pólvora ofensiva. Ayer, al fin, vimos a un Athletic que se gustaba con el balón, y que exhibía cierto desparpajo desconocido hasta entonces. Aduriz, […]