En el fútbol, los entrenadores cuentan con un margen de maniobra estrecho. Asumen al llegar al cargo que se les pedirán resultados a corto plazo. Tras lo visto ayer en el Ruiz de Lopera, al Athletic de Sarriugarte se le está reduciendo por momentos el espacio de los errores comprensibles. No sólo por la absoluta falta de juego y de fe de ayer, no sólo porque con la Real se empató sin hacer mucho más, sino porque lo que nos viene ahora complicará aún más las cosas. Las dos próximas visitas que recibirán los rojiblancos en San Mamés serán Atlético y Barcelona, con una salida entre ambos para enfrentarse al Getafe.
El Athletic necesita con urgencia una victoria -la primera de la temporada- para evitar los nervios en la plantilla, en el entorno del club y en la afición. Para poder cambiar un esquema, hacer pruebas con cierta tranquilidad, hay que contar con un mínimo de puntos como colchón. Y lo grave no es que el Athletic no los tenga, sino que a cada rato que le vemos jugar, dudamos más de dónde podrá sacarlos.