Que estamos en pretemporada, hombre. Que es veranito, ahora toca ir a Benasque a abrirnos la crisma por los riscos oscenses y no bregar con luchas internas. Para tirarse los trastos ya está el invierno y los sudores de la promoción. Javier Clemente se ha metido en un jardín en el primer día de clase. No está contento con los fichajes de su club. “Yo tenía otra idea. De las peticiones que he hecho sólo ha venido Gabilondo, y gratis. Luego han traído al ‘chavalito’ (Javi Martínez). Han traído lo que han querido traer y no lo que yo había pedido. Es como si pides pan y te dan nocilla”. No hay entrenador en su sano juicio que desconozca que este tipo de declaraciones dolerán a su directiva. Cuando uno se gasta seis millones de euros, espera que su entrenador no se dirija al fichaje como ‘el chavalito’ y que diga que no le conoce más que por informes.
Ayer Clemente corrigió sus palabras, pero ya es tarde. Los fichajes del Athletic no son para tirar cohetes, eso está claro. Pero quien se sienta en el banquillo de San Mamés debe ser más responsable en sus declaraciones. ¿qué confianza les da a los nuevos?, ¿qué ambiente crea? Y sobretodo, y con los fichajes ya cerrados, ¿qué gana?