Se suele decir en el mundillo del fútbol que a entrenador nuevo, victoria segura. Auqnue la estadística no es tan aplastante, el Athletic tiene ante sí la oportunidad de girar la temporada, de aprovechar el vuelco psicológico que supone la llegada Clemente. Preguntábamos esta semana en el Canal Athletic sobre la destitución de Mendilibar y el fichaje del baracaldés. En bloque, más del 70% de los encuestados (unas 800 personas han participado) respaldan la decisión de la Junta de Lamikiz.
A los más jóvenes, ‘Clemente’nos suena a gabarra, a tiempos gloriosos pero lejanos. También a declaración explosiva, a eso que llaman ‘boom mediático’. Más sobrio en su primera rueda de prensa, sigue despertando una expectación que desplaza a cuatro mil personas a un entrenamiento. Nadie, ni siquiera él, se engaña. No todos son clementistas. Quizá también porque entre los socios del Athletic hay ya un sector importante que, por su juventud, no se polarizó en aquella gresca turbia. Si ahora se mantiene el tono y se atemperan los ánimos -en el banquillo y en el palco- el Athletic saldrá ganando.
Pero todo eso son los previos. Este sábado, el Athletic se la juega con su vecino en la cola -el Espanyol de Lotina- y el miércoles, superada la tradicional polémica del campo artificial, ante el Hospitalet, a una sola carta y de Copas. No parece que vayamos a ver muchos cambios tácticos pero se espera un repunte de pundonor. Nadie quiere ser el primer ‘mingafría’, por muy reinventado que esté el término y cariñoso que resulte. Estamos ante la oportunidad perfecta para que el Athletic vuelva por sus fueros. Ojalá.