“Voy a defender a mi país con el corazón, no con el pene”. Aitor G.R., el transexual de Jaén que ha conseguido que el Gobierno modifique los requisitos médicos para acceder a las Fuerzas Armadas, eliminando la condición de tener órganos sexuales masculinos, resumió así cómo se siente tras su logro. Nacido mujer y a la espera de un cambio de operación de sexo, Aitor compareció ante los medios de comunicación tras saber que, si pasa las pruebas físicas, podrá cumplir su sueño de ser soldado profesional. Quiere formar parte de la Unidad Militar de Emergencias o del grupo de Caballería, pero la tarea ha sido dura.
Dos años lleva luchando contra todo y contra todos para que le admitan como aspirante al Ejército español. Desde hace tiempo, las mujeres también forman parte de las Fuerzas Armadas, pero Aitor quiere hacerlo como varón porque así se siente y así se comporta entre los suyos. Su vida ha sido siempre difícil porque siempre se sintió un hombre en un cuerpo de mujer. “Me han llamado maricón, me han escupido a los pies y me han llamado pedazo de puta”.
Aitor se sometió a una mastectomía, a un tratamiento hormonal para que le creciera el vello y está pendiente de que le citen de nuevo en el quirófano para dotarse de los órganos que el Ejército le reclamaba para permitirle entrar en su selecto club. La situación se ha revertido y ahora sólo depende de su condición física para ingresar en las Fuerzas Armadas, donde espera llevar una vida normal. A ver si es verdad.