El paro juvenil se amortigua. Pero no a base de recolocar a los jóvenes en el mercado de trabajo, no crean. Simple y llanamente, continúan estudiando y prolongan la etapa escolar, hasta que vengan tiempos mejores. Es decir, que viven a costa de los padres que, además, se ven obligados no solo a mantenerlos sino a pagar los estudios que les permitan en el futuro (?) optar a un empleo.
La receta la ha desvelado hoy el ministro de Educación, Angel Gabilondo, quien ha relatado que este curso escolar contará con 9.000 alumnos más que el anterior en Bachillerato y en los grados medios de Formación Profesional habrá 11.700 alumnos más. A tenor de los datos, el titular de la cartera asegura, que cada, una vez concluidos los estudios obligatorios, cada vez hay más jóvenes en España que,continúan con su formación académica, ya sea en el Bachillerato o en la FP.
Es decir, que tras 15 años consecutivos de aumento en en el número de alumnos que abandonaba las aulas tras recibir la formación obligatoria, en este se produce un cambio de tendencia, aunque ya se apuntaba en el anterior según indica el último informe ‘Datos y Cifras. Curso escolar 2009/2010’.
Durante la presentación del informe, Ángel Gabilondo, aseguró que la prolongación de la formación académica deriva en una menor incidencia del paro. El ministro dio datos elocunetes para aseverar tamaña afirmación: la tasa de desempleo entre quienes se quedan en la primera etapa de la enseñanza secundaria ha llegado en 2009 al 29,5%, mientras que la cifra se reduce hasta el 20,4% en personas que completaron la segunda etapa de secundaria y al 13,8% entre quienes cursaron una educación superior.
Vamos, que eso mismo me decía mi abuela: estudia hijo para ser algo el día de mañana y trabajar como tu padre. Y yo, tonto de mí, le prometía con toda convicción que mi progenitor iba a ser un ejemplo en mi vida laboral. Con los años, he llegado a pensar que, de no ser por la ingenuidad de aquellos años tan cortos, hubiera pasado por tonto. Porque nuestros padres han trabajado de lo lindo, han metido todas las horas del mundo para que sus hijos pudieran mejorar en su rendimiento laboral y, al final, resulta que nuestro trabajo pende del hilo de cómo nos hayan afectado la dependencia de las hipotecas basuras en Estados Unidos. Manda huevos. Es decir, que ya se puede formar uno para la vida laboral, que la dependencia y la globalidad, serán al final quienes determinen el éxito o el fracaso de la empresa en la que prestemos nuestro servicio. Y me temo que esto (lo de la dependencia va a ir a más). Y que ya no dependerá de lo que pase en América, sino de cómo estornuden los chinos, llamados a ser en breve la locomotora mundial.