Volvemos a la normalidad. Y eso supone que, de nuevo, mañana volverán los achuchones en el metro. En las horas punta, ya no cabemos. Pero de momento seguimos sin contar con el quinto coche que aliviaría bastante la situación. Hay momentos en los que parecemos sardinas en lata. Pero claro los señores del metro se han ahorrado durante años ese quinto coche que, en unos meses, entrará en circulación junto a otos miles de usuarios de la margen izquierda.
A lo mejor cuando lo pongan seremos tantos que la solución a las aglomeraciones solo se verá en las horas en las que viajan los jubiletas. El cascarrabias se pegunta si Julio Ibarra viaja en metro y en horas punta. No le voy a pedir que madrugue, pero que trate de ocupar un sitio a las 8.30 de la mañana o a las 14.15. No creo que los gestores del suburbano utilicen el transporte que les paga el sueldo.
De todas formas, ahora que la crisis nos aprieta y comienza a notarse el paro, pueden copiar del modelo japonés y contratar a la patrulla del empujón. Unos señores que se dedican a meter a la gente en los coches, aunque no quepa ya ni un alfiler. El cascarrabias os ofrece esta magnífica pieza para que tomen buena nota.