El PP ha ganado las elecciones europeas. Nadie, ni tan siquiera, el PSOE duda del triunfo del partido que lidera Rajoy. Y así lo han reconocido los socialistas que se han apresurado a felicitar al vencedor. El triunfo consolida la posición de Rajoy y de sus partidarios, aunque hay quien recuerda que el candidato Mayor Oreja se ha apoyado en las viejas glorias populares (Aznar y Rato) durante la campaña electoral.
El día después muestra la enorme satisfacción de los populares con los casi 600.000 votos de diferencia y los dos escaños que le han sacado al PSOE. Y la euforia por la Victoria comienza a tener consecuencias en la política nacional, como no podía ser de otra forma, porque ambas fuerzas han vivido el duelo electoral en clave española.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha reclamado a José Luis Rodríguez Zapatero que se someta a la confianza del Parlamento tras la derrota del PSOE. “Hoy hay motivos más que suficientes para que el presidente del Gobierno presente una moción de confianza”, declaró. Ya anunciaban el desenlace las huestes populares que ayer festejaban en la calle Génova el triunfo de Rajoy al grito de “Zapatero dimisión”.
También desde la periferia se ha vivido el triunfo popular como un fuerte avisto a los socialistas de lo que les espera si no consiguen afianzar sus políticos y no logran reforzar su posición en el Parlamento español. Durán i LLeida ha recomendado a los populares que someta a Zapatero auna moción de censura, si bien el dirigente catalán anuncia que su partido se abstendría.
La propuesta ha tenido calado en la sede de Génova, aunque Cospedal no confirmó ni desmintió su ejecución: “Las mociones de censura se presentan y no se comentan. Mañana hablaremos de todo en la reunión” de la cúpula del partido, dijo. “Cuando se presentan mociones hay que saber hasta qué punto tienen apoyos parlamentarios”.
Mientras, los socialistas digieren la derrota reconociendo la gravedad del aviso que las urnas han dado a la política que dirige Zapatero. Conscientes, sin embargo, de que sus votantes no han acudido a las urnas como los del PP, creen que aún hay tiempo para enmendar los errores que le han llevado a perder casi 600.000 votos. Reonocen su sorpresa por los resultados de los feudos populares de Valencia y Madrid, donde el castigo ha sido más duro, pese a las denuncias sobre corrupción que amenazaban a sus dirigentes. Y aseguran haber tomado nota.
Pese a todo, ambos partidos parecen estar convencidos de que no es posible realizar ahora un adelanto de las elecciones generales. Las especulaciones sobre el adelanto electoral habían sido alimentadas en los últimos días para el caso de que los populares lograran un resultado contundente. Pero unos y otros consideran que la ventaja de dos escaños obtenida por el PP no es suficiente para plantear ese escenario.