“Con cantera y afición no hace falta importación”. El lema se hizo muy popular en los años setenta cuando comenzaron a llegar jugadores extranjeros y en Bilbao se levantaron voces sobre la filosofía del Athletic. Pues bien, en los treinta años transcurridos desde entonces se ha demostrado claramente que hay una afición (¿qué si no ha sido esta locura vivida en Vizcaya entera con la llegada del Athletic a la Final de Copa?), pero realmente tengo dudas sobre la otra parte del aserto.
Con la cantera, con el buen trabajo en la cantera, se puede triunfar. Eso es lo que ha demostrado el Barça, primer club español que alcanza el triplete (Liga, Copa y Champions) y el único club europeo que ha conseguido tal honor desde el año 1990. (Tampoco hay muchos con doblete, que si no me equivoco comparten Barça, Athletic, Real, Atlético Madrid y Real Madrid como protagonistas). Sin ir más lejos, en la final conquistada ayer en Roma hasta ocho canteranos (Pujol, Valdés, Iniesta, Xavi, Piqué, Messi, Busquest y Pedrito) participaron en el juego. Y así ha sido durante casi toda la temporada.
Hace muchos años que la cantera del Barça sobresale sobre muchas otras y aporta jugadores de gran calidad, no sólo al primer equipo, sino a otros clubes españoles, porque todos no pueden jugar en el titular del Camp Nou. Las instalaciones de La Masía han sido escenario del nacimiento de grandes jugadores que, fieles a una filosofía, triunfan en equipos no sólo españoles (acordémonos de Pepe Reina o de Cesc, por ejemplo). Y es la fidelidad a esa forma de entender el juego lolque ahora está dando réditos excepcionales al club catalán. Igualmente, los entrenadores que han salido de esa misma cantera (Pep Guardiola) son los que mejor entienden esa filosofía y esa forma de jugar al fútbol. El Madrid es otro club con una gran cantera, aunque en los últimos años se ha desdibujado un tanto, y lo que ofrece se parece en muy poco a la propuesta culé.
Lo decía ayer mismo Manolo Sarabia: el trabajo con el fútbol base es fundamental para conseguir buenos jugadores. Que los esfuerzos de un club grande deben comenzar por ahí, por trabajar la cantera y hacer entender a todos los estamentos del club que el fútbol se aprende desde la más tierna infancia.
Reconozco que no tengo demasiada información sobre el trabajo que se hace en Lezama, pero vistos los jugadores que ha aportado en estos últimos años, de la cantera rojiblanca no parece que hayan salido futbolistas de una calidad sobresaliente. Y, sin embargo, en otras épocas sí se formaban leones excepcionales: Rojo, Uriarte, Clemente, Zubi, Sarabia y…
Ahora que el Barça ha conseguido un triunfo espectacular quizá sea bueno asomarse a su cantera y comprobar cómo se trabaja allí. Pero sobre todo, cómo se respeta una forma de entender el fútbol que está dando en estos meses los mejores frutos de los últimos treinta años. ¡Qué envidia!