El PNV se empecina en su error y se ha propuesto llevar hasta el último día sus críticas contra el Gobierno de Patxi López. A sólo tres días de la investidura de éste como lehendakari, el presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, le ha vuelto a desautorizar, enrabietado aún por no poder colocar de nuevo a Ibarretxe en Ajuriaenea: “No ofrece confianza ni credibilidad, ni siquiera antes de empezar a gobernar. No sabemos qué plantea para Euskadi”, destacó durante la reinauguración del batzoki de Zaldibar. El líder del PNV se animó incluso a pronosticar que López “mirará el interés general de España y no el de los vascos” durante su mandato.

Urkullu asegura que su partido sólo tiene un interés: Euskadi, Euskadi y Euskadi, y si no estamos nosotros, ¿quién lo defenderá?”. Está bien que el interés del partido que gobierne en el País Vasco, sea el mismo País Vasco. Pero sin olvidar que aislados no conseguiremos ni defender esos intereses necesarios para el desarrollo de la comunidad autónoma vasca. No hace ni tres días, Ibarretxe volvió a pasear lo del ‘derecho a decidir’ y su plan soberanista, como herencia para el futuro. Y, de verdad, que como legado de sus diez años de gobierno, es tremenda su contribución al país que dicen defender y amar.

No voy a volver sobre pasos anteriores y preguntar por qué, si tan bueno es el plan Ibarretxe, el PNV lo obvió durante toda la campaña electoral. Igual que si somos un modelo para el resto de Europa, nadie haya seguido nuestros pasós que, cada vez más, se alejan de los planteamientos que se siguen en la UE. Salvo que queramos ser como los serbios.

Ahora, a unos días de que un socialista presida por primera vez el Gobierno de Euskadi, el PNV sigue con declaraciones que no entenderían a unos kilómetros al Norte de los Pirineos, salvo que siguen instalados en el cabreo y no hacen caso del consejo de allegados como Artur Mas (CiU) “no hagáis una oposición destructiva, porque eso no os va a ayudar en nada”.

Pero Urkullu insiste. El Ejecutivo de López será un gobierno “en solitario y a la aventura”, que estará sometido a los dictados del partido de Mariano Rajoy y los “intereses generales” del presidente Rodríguez Zapatero. Y reiteró que el Gabinete de López será “legítimo” y “democrático”, pero “no responde a la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca”. Será eso.