De aquellos polvos, estos lodos. Lo que ha sucedido con Manolo Lama y el mendigo alemán no es sino la consecuencia de la fórmula que desde Cuatro se ha defendido en los últimos dos años. Una forma de presentar el periodismo deportivo que ha dado ciertos réditos a la cadena de Prisa y que ha catapultado a ‘los Manolos’ a cuotas de audiencia y popularidad nada desdeñables.
Por si alguien se ha perdido lo que ha sucedido, les recordaré el incidente que ha indignado a la audiencia. Durante una conexión previa al partido del Atlético de Madrid, el miércoles en Hamburgo, Manolo Lama aprovechó la presencia de un mendigo para alabar el espíritu festivo de los hinchas atléticos, a los que animó a que echaran alguna ‘limosna’ al indigente. Los aficionados, además de monedas, lanzaron al hombre bufandas rojiblancas, un teléfono móvil y hasta una tarjeta visa, mientras Lama y Manu Carreño, desde el plató, hacían comentarios en tono jocoso y se reían de la situación. Algo que todo el mundo ha considerado una auténtica humillación.
Es cierto que Cuatro y el periodista deportivo se han lamentado de lo sucedido, reconociendo que la situación se les fue de las manos. Pero no sé si ha sido peor el remedio que la enfermedad. La red está al rojo vivo y las críticas a los profesionales de la información y a la cadena son duras y constantes. Lama ha seguido en pantalla como si no pasara nada.
¿Periodismo o espectáculo? La consecuencia de exportar a la televisión algunas de las formas de narrar el deporte en la radio (y que la Ser supo explotar y su competencia copiar sin alcanzar, ni de lejos, el éxito de la radio de Prisa) ha dado réditos importantes al equipo encabezado por Manolo Lama y Manu Carreño. La franja deportiva de los informativos de Cuatro, en especial la que protagonizan ‘los Manolos’, se sitúa dos o tres puntos por encima de la general. Es decir que el público parece acoger con agrado y simpatía ese tipo de hacer periodismo.
Cada cual hace en su casa lo que le viene en gana. Pero el espectador tiene más o menos claro lo que espera de cada cadena. Un programa como el que encabezan ‘los Manolos’ parece más propio de Tele 5 o la Sexta. Cuatro presume de ser una televisión progresista, seria y sensible a las minorías y atenta a los avances sociales. No olvidemos que Prisa saca de la radio a Iñaki Gabilondo para que transmita su impronta a los espacios informativos.
Pero la norma se rompe en deportes, donde el entretenimiento y el espectáculo siempre ha primado sobre la información. Y el dúo Manolo Lama y Manu Carreño (‘los Manolos’) ha sido el artífice de esa nueva forma de hacer televisión, más propia del espectáculo que del ideario de la cadena. Y ‘los Manolos’ se han rodeado además de una troup, en la que parece imperar ‘el más difícil todavía’. Chanzas, bromas, carcajadas, despropósitos y hasta comentarios denigrantes se han convertido en el ‘lei motiv’ de esa nueva formar de informar. Es cierto que los deportes requieren de un tono distendido y amable, y no el formato ‘gris marengo’ de los informativos. Pero la fórmula ha ido tan lejos, que al final se ha perdido el respeto al espectador. Y eso nunca debe consentirlo una empresa tan seria y eficiente como pretende ser Prisa. La basura siempre se decía que caía en el patio del vecino; nunca en el propio.