No hay quien lo entienda. Ahora resulta que la simple exposición de fotos de etarras en una concentración es puramente legal, según ha establecido el Tribunal Superior de Justicia del Paìs Vasco. El tribunal ha permitido a la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat concentrase con fotos de los reclusos en Mondragón al rechazar que la mera exhibición de las imágenes suponga siempre una ofensiva a las víctimas ya que ello viene motivado por el “sentido y significación” que los concentrados atribuyan al acto.
El consejero de Interior, que había prohibido la concentración, ha mostrado sus discrepancias con el fallo indicando que le parecía “una tremenda equivocación porque no tiene en cuenta el contexto social en el que nos movemos”. El titular de Interior ha indicado que acatarán la sentencia y se podrán celebrar las tres concentraciones, aunque ha advertido de que “estaremos vigilantes, levantaremos los atestados correspondientes para trasladarlos a la Audiencia Nacional porque aquí estamos ante un problema de discrepancias entre órganos judiciales, entre la Sala de lo Contencioso Administrativo y la Audiencia Nacional”. Ares ha resaltado que la Audiencia Nacional y el Ttribunal Supremo “han dicho con toda claridad que la exhibición de fotos de etarras es algo que no se puede hacer porque es apología del terrorismo y ofende la dignidad de las víctimas”.
El alto tribunal vasco considera que aunque la jurisprudencia del Tribunal Supremo “da por indiscutido” que “la exhibición fotográfica” de etarras “puede constituir, en ocasiones y según el contexto”, un elemento utilizado para ensalzar a los terroristas, “colocando a las acciones punibles y a sus autores como modelo y otorgándoles un valor de asimilación al orden jurídico, o aún superior”, en este caso no está “suficientemente argumentada” la relación de la exhibición de las fotos cono el menosprecio o trato denigrante para las víctimas del terrorismo.
Una docena de asociaciones, colectivos y fundaciones de víctimas del terrorismo han emitido un comunicado conjunto en el que afirman que la exhibición de fotos de etarras les supone “una humillación intolerable”. Con ello han querido salir al paso de las críticas que “algunos grupos políticos han realizado a la prohibición de exhibir en público las fotografías de nuestros asesinos”, así como ante el contenido “de algunas sentencias judiciales”.
También el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha sostenido que la sentencia y la moción aprobada en las Juntas Generales de Guipúzcoa sobre la exhibición de fotos de presos de ETA son “insensatas” y obstaculizan la lucha contra ETA.
Sin embargo, los nacionalistas consideran coherente la resolución del alto tribunal. El parlamentario vasco de EA, Jesús Mari Larrazabal, cree que exhibir fotos de presos de ETA “no significa necesariamente enaltecimiento del terrorismo” y que “no es quien ni Ares (el consejero vasco de Interior) ni la Audiencia Nacional para atribuir a los manifestantes la intención de humillar a las víctimas y enaltecer a los terroristas. Mientras desde el PNV se dice que ya era hora que alguien pusiera un pcoo de mesura y sentido común, en referencia a los jueces.
Vamos que, a la vista de las declaraciones, el tema va a traer lo suyo y lejos de aclararnos nos sumimos en un mar de confusión. Porque parece que todo el mundo tiene claro que exhibir una foto de Hitler, pongamos por caso, en una concentración de judíos es una provocación. Lo mismo que mostrar la imagen del violador del Eixample en una asamblea de mujeres o la del pederasta condenado recientemente en cualquier colegio de niños. Si alguien, en cualquiera de esos escenarios, se atreviera a lucir una de sus fotos, todos condenaríamos el acto. ¿Por qué entonces no nos ponemos de acuerdo sobre la exhibición de carteles de etarras que tienen sus manos manchadas de sangre?