El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao (PNV), ha afirmado hoy que la Diputación actuará con “lealtad institucional” y colaborará con el próximo Gobierno vasco, presidido por el socialista Patxi López. “No vamos a utilizar el poder institucional para hacer la puñeta al próximo Gobierno”, ha asegurado el diputado general de Vizcaya en una entrevista en ETB.

El cascarrabias se felicita de que el diputado general haya moderado el lenguaje y haya rebajado la tensión que se viene produciendo con este tema. Dos instituciones no pueden estar enfrentadas porque los titulares de las mismas no defiendan las mismas siglas. Lo contrario sería ininteligible y, con probabilidad, traería consecuencias electorales. No hay peor cosa que atacar al adversario sin argumentos, sólo porque el contrario reza a un santo distinto o porta una bandera diferente. Allá cada cual.

Los dirigentes nacionalistas han asegurado que gobernarán el país desde las instituciones en las que gobiernas. El PNV dirige la Diputación de Vizcaya. Y José Luis Bilbao es uno de los brazos armados del partido jeltzale. Así que era harto probable que, a partir del 5 de mayo, Patxi López y su gobierno pudieran tener enfrente al diputado general de Vizcaya. Bilbao ha criticado que López “ha empezado mal”, con “prepotencia y amenazas” al PNV con arrebatarle la Diputación de Álava si desde los gobiernos forales se dificulta la actuación del próximo ejecutivo autonómico y ha vaticinado que “al día siguiente” de las elecciones europeas del 7 de junio, el PSE y el PP presentarán la moción de censura en Álava “porque lo dijo Basagoiti”. Sin embargo, Bilbao recalca que el PNV no se “echará al monte” y que hará una oposición “responsable y seria”.

Parece que el sentido común, si es que se había perdido, haya vuelto a imperar entre las paredes de Sabin Etxea. Quizá el consejo que Artur Mas le dio a Iñigo Urkullu (“desarrollar en el Parlamento el trabajo de cada día, sin insultar a nadie, sin cabrearse, y con un sentido de país, de querer hacer las cosas y ayudar a que vayan mejor”) haya servido de advertencia a los dirigentes jeltzales. Y que pese a sentirse agraviados por tener que dejar el Gobierno vasco, traten de hacer política y labrar el terreno baldío para conquistar de nuevo en las urnas la mayoría que les permita volver a Ajuria Enea.