Ocupa hoy todas las portadas de los diarios ingleses. Jade Goody, la joven de 27años que alcanzó la fama en Gran Hermano por los insultos racistas que profirió contra una participante india en el mismo programa, se muere de cáncer de útero . Esta enferma terminal ha decidido explotar su imagen para obtener los recursos económicos suficientes para que sus hijas puedaen vivir con la dignidad que ella no ha podido demostrar.
La telebasura mostró lo peor y mejor de ella: de ser uno de los personajes más odiados de toda Gran Bretaña (el primer ministro tuvo que pedir disculpas en India por las ofensas vertidas por Goody contra una joven india en una edición de 2002 del programa televisivo), se convirtió en un ser de los más queridos de toda la isla. La fortuna parecía sonreír a esta joven maleducada y sin cultura, hasta que la enfermedad golpeó brutalmente en su puerta y le señaló la fecha cercana de su muerte: Jade Goody espera el fatal desenlace de su cáncer cervical .
Decidida a salvar el futuro de sus hijas, ha vendido su vida a los medios hasta el final. Un programa de televisión lleva grabándola desde que recibió la noticia y sigue su evolución médica paso a paso. Sin ningún pudor, muestra a lo espectadores la cruda realidad de la joven Goody, que incluso llegó a poner precio a la grabación de su muerte. Hoy recibirá un millón de euros por dejar que las cámaras vean cómo se casa con Jack Tweed. Sin embargo, las cadenas han decidido ahorrar a sus clientes el espectáculo de su agonía. Esperemos que no se arrepienta.