Semana movidita la pasada en los medios de comunicación a cuenta de la gran luna llena. Si en este blog no comentamos nada fue, simplemente, porque nada especialmente extraordinario iba a ocurrir. Si bien los datos manejados eran ciertos, las cosas se presentaron, sobre todo en televisiones, de una forma que no era lo que podía parecer.

Para empezar, está el dato de que la Luna lena se iba a ver un 14% mayor. Cierto, pero sólo si la comparamos con la menor que se pueda llegar a ver, que, no nos engañemos, es tan rara como esta. Esta luna llena fue algo así como un 2% mayor que la que tendremos el mes que viene, o la que hubo el anterior. Y eso se distingue muy difícilmente.

Con el tema de las espectaculares mareas, lo mismo, pero peor. En marzo y septiembre las mareas vivas (en luna llena y nueva, todos los meses), son más pronunciadas que el resto del año. Siempre. El que el día del equinoccio coincidiera con el perigeo, aportaba un pequeño plus, pero no tan importante. El tema de las mareas es realmente complicado y está influido por muchos factores. En el la zona del Cantábrico que conozco, el plus que a las mareas vivas puede dar el estado del mar es muchísimo mayor que el perigeo de la Luna. Que se lo pregunten sino a quienes han visto inundados sus locales costeros estos últimos años.

En fin, a lo que íbamos. Paolo Nespoli sigue ofreciéndonos espectaculares imágenes tomadas desde la ISS. De entre las últimas, unas de la luna llena saliendo. Soichi Noguchi ya tomo en su día unas imágenes similares, pero estas tampoco tienen desperdicio. Lo más impresionante es la deformación del disco lunar debido a la refracción atmosférica. Os dejamos con las fotos que encontraréis a mayor tamano en su galería de flickr.