No creyendo en ningún tipo de seres sobrenaturales, uno se imagina siendo visitados por una civilización extraterreste y alucinando esta al ver que, siendo tecnológicamente avanzada, la nuestra sigue siendo una civilización primitiva en la que gran parte de ella, dirigentes incluidos, sigue creyendo que todo esto lo montó un ser sobrenatural para torturarnos.

No por ello nos dejan de sorprender las afirmaciones que los medios ponen en boca del Papa, Benedicto XVI. Se empeñan los dirigentes de la Iglesia en no avanzar. Siguen tomando la Biblia como fuente de verdad, cuando no puede ser otra cosa que un texto alegórico, fruto del tiempo en que fue escrito. No entraremos en muchps detalles. Solo apuntaremos dos.

1- La sociedad de aquel tiempo, como la mayor parte de la actual, era profundamente machista. Sólo así se entiende que fuera importante que la madre del hijo de su Dios fuera virgen. Muestra supuesta de pureza. Idea machista donde las haya. Que el Papa siga insistiendo en eso, como importante,no deja de se penoso. E indignante.

2- Lo de que la estrella de Belén fuera una supernova guiada por el propio hijo de Dios es, simplemente, una grandísima bobada. ¿Pero sabe este señor que diablos es una supernova? ¿En base a qué hace semejante afirmación o presenta tal teoría? ¿Una estrella que explota y la mueve por ahí un niño recién nacido? ¿Como nadie con un mínimo de cultura es capaz de decir semejante cosa en pleno siglo XXI?

Le tachan de intelectual al tal Benedicto, anteriormente conocido por Ratzinger. Pues lo disimula muy bien. Esto tiene que hacer enrojecer a sus propios seguidores.