Supongo que algunos conoceréis al Tesla del título de esta novela recién publicada por Destino. Otros no. Si mañana lo preguntáramos en un aula cualquiera, lo más probable es que a nadie le suene el nombre. Salvo que haya visto algo de electromagnetismo y le suene a unidad de medida. Como contrapunto, puedes nombrar a Edison en el sitio más raro que se te ocurra, que todo el mundo le conocerá. Miguel A. Delgado juega de alguna manera con esta paradoja en su recomendable novela.
Nicola Tesla es la viva imagen del perdedor. De la clase más hiriente de perdedor: el perdedor que, en realidad, ganó. El propio autor enmarca su novela de ficción dentro del subgénero what if? Aunque esa clasificación puede ayudarnos a hacernos una idea de por donde va la novela, también puede confundirnos. Por que Tesla no perdió la famosa guerra de las corrientes, aquella sucia guerra que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XIX con motivo de la generación y distribución de la corriente eléctrica. A un lado, Edison, con sus generadores de corriente continua y sus sillas eléctricas y electrocuciones públicas de animales. Electrocuciones con aparatos que se valían de la corriente alterna para asustar a la gente y convencer a la sociedad de la maldad del método de su rival. Al otro lado, Nicola Tesla, con su corriente alterna y sus locas ideas de distribuir energía gratis por todo el mundo a través de sus torres Wanderclyffe. Pero, claro, se enfrentaba a alguien que hizo un invento histórico e icónico: la bombilla eléctrica. Y contra eso no hay manera de luchar. Más si dejas escapar otro invento iconico como la radio. Invento atribuido a Marconi que lo hizo, en realidad, en base a patentes de Tesla.
Puestos ya en situación, pasemos a hablar de la novela. A nosotros, la verdad, nos ha encantado. Es una novela que engancha y que lamentas terminar. Al menos en mi caso. Eché de menos a Edgar y Francesca los días siguientes a terminar la novela. Eché de menos sus aventuras.
Por orientar, sin desvelar nada: la novela se sitúa en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. Pero el mundo es diferente. Los inventos derivados de la Guerra de las Corrientes han transformado el mundo. Es un mundo curioso. Más avanzado que el actual, pero con un ambiente retro. Mejor pero, al mismo tiempo, peor. Diferente pero, a la vez, similar. Cada uno imagina las cosas a su manera y, aunque Miguel presenta un mundo luminoso, yo me lo imaginaba un tanto tenebroso, un poco al estilo de Delicatessen.
En fin, si os animáis a leer la novela, seguro que disfrutáis como yo de las aventuras de Edgar. Y del extraño mundo que se describe. Y de la compañía de Tesla. Tiene puntos mejorables, como algunos hilos que no se terminan de aclarar. O un primer capítulo (muy breve) un tanto excesivo en las descripciones y que, quizá, desanima a seguir con en libro. Pero me encantaría, ya sabemos que es muy difícil, verlo, algún día, convertido en película. Porque contribuiría a lo más importante del libro: reivindicar y recuperar del olvido al gran Tesla, el genio al que muchos tanto admiramos.
El libro está a la venta en España. Para los lectores américanos, suponemos que habrá disponible una versión electrónica en los lugares de venta online habituales.