Cuando crees que ya lo has visto todo, siempre hay quien se supera. Lo de los medios y la Astronomía no tiene arreglo. Clara muestra el artículo La parábola de Leonov, que ayer nos llenaba de indignación. Pero esto no para.
Si sabes que son las Leónidas, puedes saltarte el siguiente párrafo y continuar leyendo luego.
Las Leónidas son una de las más famosas lluvias de meteoros anual que tienen lugar entre el 15 y el 21 de noviembre. Famosa por las tormentas que se dan cada 33 años. ¿Por qué cada 33 años? Pues porque ese es el periodo del cometa 55P/Tempel-Tuttle (33,2 años). Sin meternos en detalles, cada 33 años este cometa cruza la órbita de la Tierra, dejando un rastro de partículas que entran en nuestra atmósfera al ser “barridas”, provocando una de las lluvias de meteoros más intensas que se conocen. ¿Cual es el problema? Pues que fuera de esas fechas se trata de una lluvia normal y corriente que, salvo que seas muy aficionado a este tipo de cosas, no merece la pena. Teniendo en cuenta las fechas de las últimas tormentas …, 1966 y 1999 (en 2001 también se produjo lluvia importante), la próxima no se espera hasta dentro de más de 15 años.
Para este año, según anuncia SOMYCE, hay previstos dos máximos: “Mikhail Maslov ha sugerido un máximo para el 17 de noviembre sobre las 16h TU. La actividad esperada es de 10 a 15 meteoros por hora. Por otro lado, Jeremie Vaubaillon ha estimado que el máximo será el 21 de noviembre sobre las 09h 17m TU“. Una THZ de 10 a 15 meteoros hace que sea una lluvia que carezca de interés para la gente de a pie. Alguien con la paciencia de ponerse a observar, con suerte, podrá ver 5 meteoros. Estos detalles, claro, lo mismo les dan a los medios. Se trata de rellenar, llamando la atención. Que lo que anuncian no se vaya a producir o que incluyan en la noticia cualquier clase de exageración, da lo mismo. Varios ejemplos, pescados ayer mismo por la red. Para entender algunos de ellos, esto es lo que se puede ver en una lluvia de Leónidas: una serie de trazos que parecen surgir de la constelación de Leo:
Escribiendo “Lluvia de Leonidas 2014” en Google, esto es lo que uno se va encontrando:
“Un espectáculo parecido a los fuegos artificiales“. Arrancamos bien el artículo.¿Como puede un medio serio empezar así un artículo serio sobre astronomía? Lo de las 100 estrellas por hora no sabemos muy bien de donde se lo han sacado. Ni lo de calificar esta lluvia como una de las más importantes del año junto a las Perseidas. Claro que, si leemos más abajo, vemos que su fuente es la Asociación Astronómica de España. A pesar de lo rimbombante del nombre, se trata de una asociación más. Bueno, no, pero hasta aquí podemos leer. Su presidente es Miguel Gilarte, colaborador de Iker Jimenez en Cuarto Milenio.
Aquí nos dan más por el mismo precio. Aventuran que “se espera poder observar más de 40 bólidos por hora“. Quien los pillara. Luego ya me pierdo cuando dicen que NASA anuncia “un leve pero bonito rocío de meteoros“.
En el número 3 de la búsqueda de Google nos sale La Vanguardia. Fijaos en el pie de foto
Mira que llevo años observando y aún no he podido ver en noviembre algo que sucede las noches del 11 al 12 y del 12 al 13 de agosto. ¿Se nos ha colado un corta pega por ahí? Hacer creer a los lectores del medio que van a ver eso de la foto…pues eso. Añade en el texto que “Este acontecimiento es uno de los más esperados por los aficionados de la astronomía” y que es un “espectáculo parecido, en ciertos momentos, a los fuegos artificiales“. ¿Comorr? ¿Fuegos artificiales?
Repiten algunos datos del Huffintong (tirarán ambos de EUROPA PRESS, aunque el primer artículo no lo decía) y vuelven a nombrar a la Asociación Astronómica de España.
Por fin algo bien escrito. Aunque le dan tanta importancia a las tormentas que puede confundir a la gente. Pero información correcta.
Ya que ilustran la noticia con una magnifica fotografía de nuestro admirado Juan Carlos Casado, al menos podían haberle puesto en los créditos. Hasta donde sabemos se trata da una torre de vigilancia, no de observación astronómica.
El artículo avanza bastante correcto hasta que al final aventuran que “Según la NASA, el fenómeno ha aumentado desde 1999” y rematan (de perdidos al río) con que “en la madrugada del 18 de noviembre, en la que pasan hasta 1.000 meteoros por hora” Y vosotros durmiendo plácidamente a esa hora. ¡Os lo habéis perdido!
Empezamos mal con la imagen que ilustra el artículo. Poner la típica foto de startrails en la que las estrellas aparecen movidas por la larga exposición. Y ni una estrella fugaz a la vista. Resulta muy espectacular, eso si, si queremos hablar de tormentas de estrellas. ¿No había algún aficionado a la astronomía por ahí para evitar esta foto erronea?
Por lo demás, el post sigue por unos cauces aceptables, aunque no habla de a que hora observar ni la tasa de meteoros prevista. Eso sí, anuncia que “se caracterizan por ser meteoros de un color ligeramente rojizo, muy rápidos y que dejan una leve estela de color verde a su paso, la cual persiste durante varios segundos“. Si hubiese sabido eso, me hubiese levantado. Una pena.
Llegamos, por fin, al posible origen de algunos malentendidos. Esta página es de Europa Press. Con la foto que ilustra el artículo, empezamos mal. Salen la Osa Mayor y Leo en plano, pero todo eso no pueden ser leónidas. Recordemos, parecerían provenir de un mismo punto. Leo está arriba a la derecha, pero “sus fugaces” no parecen hacerle mucho caso.
Ninguna indicación de a que hora observar ni la tasa prevista. Nos remiten, claro, a la Asociación Astronómica de España.
Las dos siguientes entradas, me las salto. No entraré en páginas que se llamen druidas.nuevasofertas o incluyan en so nombre niribu. Y así, hemos terminado la primera página de busquedas sin ni una sola satisfactoria. Nos hemos saltado una que hablaba de las Perseidas y otra general de lluvias a lo largo de todo el año.
Por poner algunas otras cosas que hemos ido viendo por ahí:
La información correctísima. Pero el titular contradice lo escrito y en el vídeo destacan la imagen de una tormenta de Leónidas, que no tendrá lugar este año. Si los 10 o 15 meteóros por hora que anuncian.
A pesar del titular, el artículo es bastante correcto. Puede inducir a engaño cosas como: “Las previsiones más bajas apuntan a que se puedan ver más de 20 meteoros a la hora, en el peor de los casos, pero lo normal es que sean 100” Lo normal es que se cumplan las previsiones, no que lleguen a 100. Y más anormal aún es que “hay momentos en los que son tan espectaculares, que podemos oír un silbido, incluso del destello puede ser tan poderoso, que en un instante se ilumine el suelo, o prácticamente se haga, por un sólo instante, de día. Este último caso no es corriente, pero ocurre, como ocurrió el 18 de noviembre de 2009 en Utah, o en los últimos años en el centro de España.” ¿Un silbido? ¿Que se haga de día por un instante?
Un caso que nos ha dolido bastante:
No sabemos si de broma, pero el periodista le pregunta a Simón Ángel: “¿Es necesario llevar un paraguas para ver esta lluvia de estrellas?” El astrónomo, cansado probablemente de por donde ha ido la entrevista, le suelta un zasca: “No es necesario un paraguas, a menos que haya pronosticada lluvia.” Nos estamos imaginando la cara que puso Simón al responder.